lunes, 1 de diciembre de 2014

REDES Y EDUCACIóN
Jordi Adell Universitat Jaume I <URL:mailto:jordi@uji.es> <URL:http://nti.uji.es/~jordi/>
En De Pablos, J. y Jiménez, J. (Eds.). Nuevas tecnologías, comunicación audiovisual y educación. Ed. Cedecs, Barcelona 1998, págs. 177-211.
Introducción
El presente capítulo trata sobre los usos educativos de las redes informáticas. Un red informática es un conjunto interconectado de ordenadores que ofrece a sus usuarios diversos servicios relacionados con las comunicaciones y el acceso a la información. Los ordenadores conectados aumentan su funcionalidad. En primer lugar, permiten compartir recursos y periféricos especializados o costosos (como impresoras, espacio de almacenamiento, tiempo de computación, etc.). En segundo lugar, facilitan el acceso a enormes cantidades de información almacenada remotamente y promueven la comunicación entre las personas y los grupos utilizando una amplia variedad de medios (texto, imágenes, audio, video, etc.). Finalmente, son una excelente herramienta para difundir rápida y eficientemente información entre sus usuarios
Las redes informáticas pueden aportar mucho a la educación. Como principio general, contribuyen a reducir el aislamiento de la escuela, tradicionalmente encerrada en las cuatro paredes del aula, y permiten el acceso de profesores y estudiantes a gran cantidad de información relevante. Esta apertura al mundo convierte en compañeros de clase a estudiantes separados por miles de kilómetros y les facilita el trabajo cooperativo en proyectos conjuntos, hace posible que los profesores accedan a información elaborada por otros profesores o por científicos e investigadores de todo el mundo. Las redes también contribuyen a mejorar la comunicación entre el centro educativo y su entorno social, a optimizar la gestión de los centros y la comunicación con la administración educativa y proporcionar mayores oportunidades de desarrollo profesional y formación continuada a los docentes.
Las primeras experiencias educativas con redes datan de hace bastante tiempo. Pero ha sido en los últimos dos años y a causa del tremendo impacto social de la Internet, cuando numerosos educadores han tenido acceso a las redes informáticas por primera vez y han comenzado a desarrollar iniciativas para utilizar este nuevo medio de comunicación en su práctica docente o en su perfeccionamiento profesional. Las administraciones educativas han comprendido el poder de las redes informáticas y están auspiciando de modo acelerado la interconexión de los centros educativos de diferentes niveles y la formación del profesorado. Hablar hoy de educación y redes es hablar de las posibilidades educativas de la Internet, la red de redes.
En nuestro país, la relación de la escuela con la tecnología en general y los ordenadores en particular, pese a los distintos programas institucionales, no ha sido fluida (Escudero, 1993). Pero las cosas parecen estar cambiando. Una nueva generación de profesores, formados en un entorno más rico tecnológicamente, el aumento de potencia y el abaratamiento de los precios de los ordenadores personales, la presión social que implica la presencia de los ordenadores en todos los ámbitos de la vida laboral y social, entre otros factores, están contribuyendo a poblar nuestros centros docentes con estos cacharros. Por otra parte, los niños y los jóvenes
J. Adell: Redes y educación 2
son quienes mejor se integran en este fin de siglo ultra tecnológico. Los ordenadores forman parte de su entorno hasta tal punto que se habla de la “generación Nintendo” (en referencia a una conocida marca de consolas de videojuegos) para referirse a los preadolescentes actuales, normalmente hijos únicos o con un sólo hermano, que pasan gran parte de su tiempo libre solos en casa (ambos padres trabajan), frente a sus videojuegos, sus ordenadores o (la última moda) jugando con sus tamagotchi, sus mascotas virtuales. Parece evidente que los ordenadores acabarán entrando en la escuela, aunque posiblemente debajo de los brazos de los alumnos.
Hemos estructurado el capítulo en 3 apartados. En el primero, brevemente, se intenta situar al lector en el contexto de la sociedad de la información y convencerlo de que las redes informáticas no son sólo un recurso más en el aula o el centro educativo, sino en algunos casos el escenario mismo de la educación del futuro. El segundo está dedicado a explicar qué es la Internet, los servicios y aplicaciones más utilizados y las características de la comunicación mediada por ordenador. Los medios de comunicación han contribuido a difundir una imagen folklórica y sensacionalista de la red de redes (ya saben, solamente son noticia las malas noticias) que induce a cuestionar su utilidad o a temer que nuestros alumnos la utilicen. Millones de personas la usan diariamente y se enriquecen como seres humanos a través de la comunicación con otros seres humanos. En el tercer apartado se tratan las aplicaciones de las redes relacionadas con la educación, especialmente las que hacen referencia a procesos de enseñanza/aprendizaje en el aula y a la educación en línea.
Al final se incluye un apartado de referencias (más largo de lo que nos habíamos propuesto). Cuando la fuente citada está disponible en la Internet, es decir, cuando se trata de un documento electrónico accesible en línea, se ha incluido su URL (Uniform Resource Locator) o localizador. De esta manera, el lector que disponga de conexión a Internet puede ampliar la información aportada yendo directamente a la fuente. Del mismo modo, en el encabezamiento del capítulo figura la dirección del buzón electrónico del autor y la de su página personal en el World Wide Web. Cualquier comentario, crítica o sugerencia que el lector desee hacerle, completando de este modo la unidireccionalidad del libro con la bidireccionalidad del correo electrónico, será no sólo bienvenida, sino adecuadamente contestada.


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